Este tratamiento se emplea actualmente en muchos campos de la Medicina. Su objetivo es conseguir un estímulo propio para la regeneración de los tejidos de nuestro organismo.

Se realiza una pequeña extracción de sangre, la cual se centrifuga unos minutos y se  obtiene el plasma rico en plaquetas, que es una gran  fuente rica en factores de crecimiento. Se realizan pequeñas infiltraciones de la muestra obtenida en la dermis, con ello  conseguiremos  acelerar el proceso de regeneración del tejido,  estimulando la producción del colágeno, mejorando la vascularización del área tratada y por tanto, aumentando la elasticidad y tonicidad de la piel.

Indicado en tratamientos de rejuvenecimiento facial y corporal, en mejora de estrías, piel con cicatrices residuales de acné, mejora la calidad y densidad del cabello, después de tratamientos que puedan agredir la piel como láser, peelings, etc.

Es un tratamiento seguro, que se realiza a través de tu propia sangre evitando pues, riesgo de alergias y contaminación.

Puede aplicarse previamente anestesia tópica en el área a tratar.

La sesión dura aproximadamente 1 hora.

Se aconsejan 3 sesiones, espaciadas entre 1 y 6 meses, en función de la calidad de la piel y edad del paciente. Posteriormente hacer una sesión de mantenimiento al año.